Ilustración de varias pandilleras de la banda Escher. Como miembros de la Casa Escher, tienen peinados muy elaborados de colores intensos y llevan adornos complejos por el pelo. Además cierta decoración corporal de tipo tribal con bandas de pintura sobre los ojos, labios negros y abundantes piezas de metal en forma de pendientes, piercings e incluso "auras" de gran tamaño engarzadas con el pelo en vertical. Por encima de la ilustración de las pandilleras, los logos de Necromunda y el emblema de la casa Escher: un ojo abierto con pupila vertical, con tres cuchillos verticalmente y en forma de aspa, de arriba a abajo.

Bandas de Necromunda: Casa Escher, una aproximación

En este segundo artículo introduciendo las diferentes bandas de Necromunda, vamos a tratar a la Casa Escher. Una de las más peculiares y con un estilo más definido dentro del juego. No sólo porque esté formada en exclusiva por mujeres, sino por otros motivos ciertamente sórdidos.

Acompáñame a las profundidades de la subcolmena.

Trasfondo de la Casa Escher

La Casa Escher es una de las más reconocibles y particulares de entre todas las bandas de Necromunda, donde se la conoce también como Casa de los Filos. Con orígenes que se pierden en la leyenda, su historia se remonta con seguridad hasta el inicio de la dinastía Helmawr. Por entonces era muy diferente, claro, y estaba emparentada por sangre con la Casa Ulanti (con la que sigue manteniendo lazos comerciales). Sin embargo, milenios de conflictos y el abuso de estimulantes de combate y elixires mutagénicos, provocaron que los hombres de la casa se convirtieran en criaturas débiles y frágiles. Lejos de achantarse las mujeres cogieron las riendas de la Casa, las responsabilidades y las armas.

Esto no causó que la Casa Escher fuera menos orgullosa o combativa que el resto de Casas de Necromunda. Muy al contrario, su carácter se acentuó.

Las Escher se organizan en un matriarcado. Todas comienzan como Doncellas y aprenden a defender la Casa por la fuerza de las armas. Con el tiempo y la experiencia pueden optar a convertirse en Madres o Matriarcas. Como Madres se ocupan de la producción en las factorías químicas. Como Matriarcas lideran al resto de Doncellas en la guerra contra otras bandas. Por encima de todas ellas se encuentra la Matriarca Primus, que gobierna la Casa con el apoyo del Consejo de Brujas.

En el centro de la Casa Escher y como núcleo de su poder se encuentran los Cultos Quimistas. Estos Cultos se ocupan con absoluta pasión a la creación de nuevos compuestos, elíxires y venenos, que luego las factorías producen en masa. Ninguna otra casa ni organización puede competir con la Casa de los Filos en cuanto a conocimiento y control de productos químicos e alquimiogenética en todo Necromunda. Su poder es tal que ni siquiera sus enemigos ancestrales entre las bandas de Necromunda, los Goliath, pueden prescindir de ellas para la creación de nuevos goliath. Tampoco los Van Saar, que no podrían sobrevivir a la contaminación de sus cuerpos sin las pociones Escher.

Tal es el dominio de la alquimiogenética que poseen, que pueden devolver a la vida a sus mejores guerreras tras la muerte. Por supuesto que todas las demás Casas querrían esos secretos y el poder fabril de la Casa Escher…

Miniaturas básicas de la banda Escher en un escenario de sector mechanicus de Necromunda. Son todas mujeres atléticas en posiciones muy dinámicas, ataviadas con los clásicos tops de cuero amarillo, botas negras por encima de la rodilla y guardapolvos también negros. Algunas llevan tabardos emulando pieles de grandes felinos y toda la banda llevan peinados muy llamativos, con crestas, grandes colas y flequillos decorados con plumas. Van armadas con una enorme variedad de armas en las que destacan los rifles y pistolas láser, algún autorifle, pistola láser, armas de agujas e incluso una especie de lanzagases.

La banda Escher en juego

De entre todas las bandas de Necromunda, la Escher es la que mejor puede encajar en la descripción de «cañón de cristal». Sus pandilleras son muy móviles y sus armas a larga distancia no son, en general, muy poderosas pero sí fiables, pero en el cuerpo a cuerpo pueden ser muy mortales. Esto hace que una banda Escher se sienta cómoda en las distancias cortas y muy cortas, donde además son «el cañón». Lo que convierte en muy peligrosas a estas luchadoras es el acceso y uso de armas de gas y toxinas. Este tipo de armas pueden herir más fácil que las normales o sacar de la partida a un adversario por muchas heridas que tenga. ¿Y el cristal? Pues resulta que no se distinguen por su capacidad de aguante y a esas distancias otras bandas tienen o mucha potencia de fuego o pegan muy duro.

Sus mascotas, felinos alterados en varios tamaños, son bestias salvajes con diferentes tipos de ataques venenosos.

Las habilidades de Finesse son propias para las Escher entre todas las bandas de Necromunda. Las luchadoras hábiles en Finesse pueden golpear a su enemigo y retirarse antes de que éste pueda reaccionar, alcanzar mayores distancias con sus armas cuerpo a cuerpo o incluso maniobras acrobáticas con que llegar a sitios donde otros no pueden llegar.

Por último, la mecánicas única de esta banda es la chem-alchemy (o quimio-alquimia). Pueden crear combinaciones de potentes estimulantes con los que mejorarse a sí mismas, o gases y municiones tóxicos con los que destruir a sus enemigos. Incluso pueden venderlo, haciendo ver que son quienes tienen el control de la química en la colmena.

Combatientes «especiales»

Death-maidens y Wyld-runners son las especialistas de la banda Escher. Tanto unas como otras representan el epítome de la forma de combatir de la casa.

Las death-maidens son pandilleras muertas y resucitadas cuya sangre es venenosa de por sí. Son rápidas, son duras y pegan como un camión (envenenado). También son costosísimas y se convierten en el objetivo prioritario para cualquiera. Las wyld-runners utilizan armas muy ligeras, como cuchillos y arcos, pero pueden ir acompañadas desde el inicio por phelynxs. Estos «gatos» son bastante impredecibles, pero sus ataques envenenados pueden dar bastantes sustos.

Los vehículos únicos de la Casa Escher (los cutters) son más extremos aún: motocicletas a reacción muy rápidas, muy frágiles y mejor armadas que muchos vehículos más grandes.

Miniaturas de especialistas de las bandas Escher. Arriba cuatro wyld-runners, jóvenes ataviadas con ropas prácticas de vivir en el ambiente más salvaje y equipadas con armas fabricadas a mano como látigos y arcos. En medio de la imagen hay dos death-maidens, con tiaras de metal, hueso y plumas, el rostro cubierto, la piel de aspecto cadavérico y armadas con garras y pistolas de agujas. Abajo, cuatro ejemplares de phelynx: unos felinos modificados genéticamente, pequeños, muy musculosos, de colores vivos y con crestas que les recorren el cráneo y la mayor parte de la espalda.

Alianzas fuertes

De entre todas las Casas Nobles, gremios y asociaciones criminales, una banda Escher forja sus mejores alianzas con los Ulanti, el Gremio del Agua y los contrabandistas.

La Casa Ulanti se cuenta entre las más antiguas de Necromunda y dispone de una riqueza sin igual. Gracias a tener participación en casi todo el contrabando y tráfico de drogas del planeta. Esta alianza provee a las bandas con muchos mayores ingresos, pero los Ulanti son caprichosos y eso puede acabar en cualquier momento.

El Gremio del Agua se encarga de dar de beber a toda la Colmena. Por eso, cuando colabora con sus provisiones del preciado líquido y su propio personal, hacer que las pandilleras puedan recuperarse de sus heridas más rápido. El precio a pagar es un diezmo de las ganancias de la banda.

Por último, en el lado fuera de la ley, y dado que tantos negocios dependen de un «transporte discreto», es habitual que se alíen con contrabandistas. Esto hace que tengan acceso a ciertas armas xenos bastante poderosas e intrigantes, que bien pueden acabar llamando la atención de las autoridades.

Libros en los que aparece la Casa Escher

El trasfondo y reglas para la Casa Escher se describe, en su mayor parte, en el libro House of Blades. Por completar, sus vehículos aparecen en The Aranthian Succession, Cynderak Burning.

¿Y con las miniaturas viejas, qué?

Las miniaturas de las viejas Escher de metal, aunque sean la base del diseño de las actuales de plástico, han quedado bastante desfasadas. Siguen siendo jugables, claro, pero las miniaturas actuales han magnificado tanto el tamaño de los peinados, los adornos tribales y encima llevan esos taconazos, que hacen parecer enanas a las originales. Las novatas originales, de hecho, quedan muy canijas. Lo cual no deja de ofrecer cierto encanto y «realismo» adicional.

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