Si hay tres cosas que gustan en este lugar muy por encima de la media son: el humor absurdo, las falsas realidades y el cine de serie B. Garth Marenghi’s Darkplace tiene de todo eso en abundancia. Estamos ante mi serie predilecta de 2004, aunque la haya conocido con 20 años de retraso. Lástima que no exista. O sí. En este punto creo que os debo una explicación y, esa explicación que os debo, os la voy a dar.
En realidad un poco sí que existe. Existe a la vez que no existe: es la serie de Schrödinger. Bueno, no, de Garth Marenghi.
¿Quién es Garth Marenghi?
En sus propias palabras: «autor, tejedor de sueños, visionario y además, actor». Por si fuera poco, le silbó la música de la serie el compositor. Y es que Marenghi es uno de los escritores de terror más prolíficos de los 80, además del creador, guionista, director y actor principal de Darkplace. Un trasunto de Stephen King con mayor interés en el ámbito audiovisual y bastante subidito. Lo que pasa es que tampoco existió.
¿Entonces qué es Darkplace?
Es tanto el nombre de la serie como el del hospital donde transcurren sus episodios. Hospital que, por cierto, tiene debajo una puerta al infierno porque el Dr. Rick Dagless (el personaje de Marenghi) la abrió un día y se olvidó cerrarla. Esto hace que en el Hospital Darkplace ocurran todo tipo de fenómenos extraños y potencialmente letales. Así Garth Marenghi’s Darkplace es una serie B de terror que transcurre en un hospital. Se rodó en los 80, pero fue cancelada por la cadena que la producía porque pensaron que era «demasiado radical y demasiado loca». Claro que nada de eso ocurrió.
Pero basta de tomarte el pelo, que bastante paciencia has tenido hasta aquí.
La historia de Garth Marenghi’s Darkplace
Lo importante ya te lo he contado, salvo un pequeño detalle que ya habrás intuido. El detalle es que todo es una ficción dentro de otra ficción. La serie de 2004 supone ser una suerte de capítulos recuperados en fragmentos de la original rodada, supuestamente, en los años 80, que se ha enriquecido con comentarios de Marenghi, el productor Dean Learner, así como el actor Todd Rivers. No hay comentarios de la actriz Madeleine Wool, porque desapareció de manera misteriosa años atrás. Todos ellos interpretan, respectivamente, al Dr. Rick Dagless M.D., al director Thornton Reed, al Dr. Lucien Sánchez y a la Dra. Liz Asher. Pero ninguno de estos actores existen.
En realidad son Matthew Holness (guionista y director de Possum), Richard Ayoade (más conocido en España por ser Maurice Moss en Los informáticos), Matt Berry (Laszlo Cravensworth en Lo que hacemos en las sombras) y Alice Lowe (Dr. Haynes en Black Mirror: Bandersnatch).
Y es que esto es todo una enorme farsa de actores haciendo de actores de una serie que jamás existió, recuperada en formato a medio camino del falso documental. En seis cómodos capítulos de 25 minutos que cuentan historias terroríficamente divertidas y estúpidamente entretenidas. Si te gusta el humor absurdísimo de tomarse a chufa todos los tropos de TV y cine de los 80 (y más allá), la vas a gozar. Porque aquí están todos, llevados al extremo y retratados con el nivel de sarcasmo que sólo los ingleses alcanzan.
La crítica
No puedo ser objetivo con Garth Marenghi’s Darkplace. De eso se trata. Esta imitación de serie B está hecha para que resulte cutre a la vista, con un estilo visual ochentero, mala calidad de imagen y, como es de esperar, errores de montaje constantes y actuaciones pésimas. Es todo deliberado y tiene mérito que los actores consigan parecer otros actores tan malos que no queda otra sino reírse.
La comedia en la serie no está sólo en los argumentos y las malas actuaciones, sino en los propios comentarios, que aportan un contraste risible entre la serie y su intrahistoria. Garth Marenghi, Dean Learner y Todd Rivers son metapersonajes tan estúpidos o más que los que interpretan en Darkplace. Con mención especial al primero, que te demuestra una y otra vez que es tan pagado de sí mismo como inepto. Porque su obra magna y rompedora, la Garth Marenghi’s Darkplace de los 80, es un bodrio que nadie vería en la realidad.
Pero aquí, en este falso documental, es una joya del humor muy reivindicable.
Eso sí, ojalá algún día se resuelva el misterio de qué le ocurrió a Madeleine Wool y aparezcan comentarios en los que ella, cuyo personaje es el menos estúpido de todos, los ponga a todos a caldo.
Por si fuera poco tiene tres spin-offs: Horrificata Illuminata, Darkplace Illuminatum y Man to Man with Dean Learner.
Puedes ver algo de más información en IMDB y Filmaffinity.
Ah… y está disponible íntegra en YouTube. De nada.