Dos cosas, sobre todo.
Para aquellos que jamás van a acercarse a los juegos de rol deberían ser más conocidos. No es que me afecte demasiado (la afición sobrevivió a los casos de Javier Rosado y José Rabadán), pero no es de recibo que algo tan sano y que tiene tantísimos beneficios para una personalidad sana por pura ignorancia (y creo que mala fe por parte de algunos periodistas, cuyo interés por la verdad era bastante menor que el de conseguir más audiencia), haya cargado y cargue durante tantos años con el estigma de ser un nido de asesinos, etc., etc. Supongo que sabréis a lo que me refiero.
Por otro lado y ya para los que sí que se van a conocer el rol o meterse en él, creo que debería recuperarse la costumbre de publicar kits de introducción a los juegos con una pequeña explicación de las reglas básicas y una especie de aventura autojugable. Recuerdo que hace años eso se hacía y creo que yo he llegado a tener kits introductorios de Shadowrun y para quienes no habían jugado jamás era algo muy interesante para prestar y que cogieran los conceptos básicos sin mucha complicación y sin asustarse de toparse con un manual de cientos de páginas (todo se andará). Un libretillo en blanco y negro, con unas poquitas ilustraciones y lo básico de lo básico, con un ejemplo mínimo de cada cosa del juego… perfecto. Así que, en general, deberían hacerse más asequibles, pero no en contenidos, sino en escalabilidad y formato.
Y con esto quedan liquidados los 30 días del Desafío… y sin faltar a ninguno!