El viaje espacial más rápido que la luz es una alternativa a todos los problemas del viaje sublumínico que comentaba hace un tiempo. En aquel caso quedó claro que no era nada práctico por los enormes espacios temporales necesarios para desplazarse entre dos puntos de interés. Y también hemos hablado de varias formas de abordarlo. Porque incluso moviéndonos igual de rápido que la luz el tiempo para ir entre dos sistemas estelares es enorme. Y es que es un problema enorme no poder ir más rápido que la luz.
Pero, ¿y si fuera posible ir más rápido que la luz en el vacío sin adelantar a la luz en el vacío?
No muevas la nave, mueve el universo
Que la luz no puede moverse a más de 300.000 km por segundo en el vacío es una constante según la teoría de la Relatividad. Pero la luz se mueve dentro del universo. ¿A qué velocidad se mueve el universo en sí? La realidad es que la ciencia no tiene nada claro este punto. Existen ideas que hablan de la posibilidad de que algo se desplace más rápido que la luz por moverse «arrastrado» por el universo y no «a través» del universo.
Para entender esto vamos a imaginar que el universo fuera el mar.
Los barcos pueden moverse atravesando las olas, pero a una velocidad mucho menor que el propio mar. Por ejemplo: el barco más rápido del mundo, el Spirit of Australia, alcanza una increíble velocidad de 511 km/h (318 nudos o millas por hora). Uno de barcos de serie más rápidos del mundo, un ferry de tipo catamarán, es el HSC Francisco, que alcanza 110 km/h (casi 60 nudos). Pero la ola de un tsunami alcanza los 950 km/h (513 nudos) con 7000m de profundidad.
¿Y si la ola del tsunami arrastrara a los barcos sin destruirlos? Resulta que los barcos podrían no moverse en absoluto a través del mar, pero estarían siendo desplazados por éste a mucha más velocidad de la que podrían alcanzar por sí mismos.
Imagina ahora que alguien desarrolla una tecnología que permite que un barco pudiera generar su propio tsunami y mantenerlo estable.
La métrica de Alcubierre y el motor de curvatura
En 1994 el físico teórico mexicano Miguel Alcubierre publicó un modelo matemático que dice que algo así sería posible. Un dispositivo tecnológico capaz de generar una burbuja gravitacional que deforma el propio espacio tiempo y provocar alrededor de la nave una ola en el tejido del propio universo que empuje la nave en una dirección dada. Esta teoría es lo que se llama métrica de Alcubierre (claro).
Esta tecnología precisaría de cantidades enormes de energía y trabajar con materia de densidad negativa. Yo tampoco entiendo cómo algo puede tener densidad negativa, lo siento. El caso es que crearía una depresión del espacio por delante de la nave y una elevación por detrás, que combinadas impulsarían la nave sin el uso de motores convencionales. Como si el universo mismo creara una ola para arrastrar a la nave y todo su entorno directo (incluida la luz) hacia delante. Y, ya que la nave y la luz son arrastradas por igual, si la burbuja de Alcubierre se desplaza más rápido de 300.000 km/s, la nave también y no pasa nada porque la luz también así que la nave jamás va más rápido que la luz en la misma burbuja. Sí, te explota la cabeza.
¿Y no se haría la nave pedazos con tanta aceleración y velocidad? No, porque la nave no se mueve ni un milímetro dentro del espacio así que no hay aceleraciones ni presiones estructurales. Se mueve el universo con la nave en medio. Ya, para quienes estamos acostumbrados a la física de F=m*a esto nos explota la cabeza, pero en palabras del propio Alcubierre «la idea no es a través del espacio, es viajar con el espacio».
El hecho cierto es que de momento esto no pasa de ser una teoría matemática, pero es muy consistente y existen proyectos que estudian su aplicación práctica.
Pero bueno, ya está, que esto es un blog de rol y frikismos, que para ciencia ya hay otros. Si con esto inspiro un poquito alguna idea para juegos de rol o una ficción entretenida, me doy por contento.
Esta entrada fue publicada el 11/12/2014. Una más rescatada y corregida tras caer durante la Gran Debacle.
