Llegamos al día 6 del Desafío 30 días para blogs de rol. De alguna manera consigo mantener el ritmo, hablando de jornadas, comienzos y buenos másters, entre otros.
Tras tantos años jugando ha habido muchos momentos en que una tirada con crítico ha sido memorable, oh sí. Pero hubo un momento épico de verdad, en que todas las estrellas se alinearon, que eclipsa todos los demás.
Se trataba de una partida del Señor de los Anillos de Joc Internacional. Nuestro grupo iba de camino al destino de una misión cuando nos encontramos con un par de trolls. Todos nuestros personajes eran de nivel 1, así que pelearse con los trolls no parecía una opción. Pero mi personaje era un rohirrim bastante asalvajado y allí habíamos ido a fliparnos. Así que decidí hacer una pasada al trote, golpeando a los trolls sin quedarme a distancia para que me pudieran devolver el golpe fácilmente. ¡Y funcionó! Los trolls no conseguían devolver el golpe al pasar al galope y en cada ocasión una colección de tiradas de ataque como pocas veces he visto les iba mermando la salud.
No fue fácil, no fue rápido y no fue limpio, pero los dos trolls acabaron mordiendo el polvo.
Casi seguro que fue uno de los combates más desiguales, más largos y tediosos a nivel mecánico que tuvimos. Visto en retrospectiva bajarles el montón de PV que tenían aquellos trolls fue una agonía de muchas tiradas. Pero, oh, boi, cuando un único PJ de nivel 1 consigue derrotar en solitario a dos trolls, todo lo demás da igual porque la épica del momento puede con todo. No volverán a ver mis ojos algo así.
Además fue un combate muy de situación laboral: uno trabaja y los demás miran.
Hasta aquí mi mayor crítico en una partida de rol. En el próximo artículo os cuento mi mayor pifia en una partida, que en su momento me hizo menos gracia.
