Varios personajes de la saga Fast & Furious, en vista lateral hacia la derecha, sobre un paisaje azul gris de humo en el que se adivina el skyline difuso de una gran ciudad. De izquierda a derecha, superponiéndose uno a otro, se encuentran Luke Hobbs (Dwayne Johnson), Letty Ortiz (Michelle Rodriguez), Brian O'Conner (Paul Walker), Dom Toretto (Vin Diesel, ocupando justo el centro de la imagen), Rome Pearce (Tyrese Gibson), Tej Parker (Ludacris) y Mia Toretto (Jordana Brewster). A lo largo de las películas son un ejemplo de personajes que subliman y cambian sus Ideales debido a como cambian sus circunstancias vitales.

Cuando cambian los Ideales en Tipos Duros

Sus Ideales son lo que convierte a los héroes de Tipos Duros, el juego de rol, en lo que son. Resumiendo mucho: los Ideales son una elección de la creación de personajes que define un objetivo o conjunto de objetivos morales acorde al concepto del propio personaje. Son los Ideales lo que los impulsa a seguir tras sus objetivos sin flaquear ante ningún problema ni contratiempo. Un destino elegido que domina las elecciones del personaje y lo define de forma obsesiva. Un tipo duro no puede descansar mientras sus metas no estén conseguidas. Y eso nunca es fácil, pero…

Tras muchas vicisitudes y padecimientos algunos de estos personajes pueden conseguir sus objetivos o sus circunstancias vitales les hacen abandonarlos. El periodista, con el Ideal La verdad está ahí fuera, saca a la luz la conspiración gubernamental que arruinó tantas vidas. Ese artista marcial, con su Ideal Campeón de campeones, se convierte en el campeón del torneo mortal que reunía a los mejores luchadores del mundo en una isla secreta. O ese veterano policía, tras décadas de seguir el Ideal El brazo fuerte de la ley, llega al mayor reto de su vida: la jubilación.

En ese momento de su vida estas personalidades se enfrentan a un cambio total de paradigma: pueden volverse personas completamente normales o convertirse en algo nuevo. Si se vuelven personas normales, a nivel de mecánicas del juego, dejan de considerarse tipos duros y pierden la facultad de utilizar sus Ventajas de molonidad. Sí, es algo parecido a lo que ocurre a los paladines en los juegos en que existen. Como en Dungeons and Dragons, pero sin que intervenga ninguna otra entidad: esto va de pura voluntad, vaya. Aunque es difícil que esto ocurra.

Sublimando Ideales

Conseguir todos los objetivos de un Ideal es lo que llamamos sublimar. Ya está, no se puede ir más allá. En este punto de su vida los personajes podrían retirarse a descansar por el resto de sus días en paz. Pero los espíritus indomables de estos es difícil que acepten el retiro tan fácil. Es frecuente que cuando los ideales subliman se transformen en otros Ideales, no iguales pero relacionados, que les hacen continuar su camino por otra ruta. Y todo se entiende mejor con ejemplos.

El periodista, al desenmascarar la conspiración gubernamental sublima su La verdad está ahí fuera. Pero cuando eso ocurre es consciente de que mientras tanto han quedado muchos perjudicados, así que sublima en El protector. La búsqueda de la verdad deja de ser el objetivo para dejar paso a cuidar de aquellos desamparados.

El artista marcial, que ha llegado a lo más alto convirtiéndose en Campeón de campeones, echa la vista atrás y descubre que para llegar ahí ha sido egoísta y ha dañado a otros que no lo merecían. Es el mejor en lo que hace, pero a qué precio. Su Ideal sublima para buscar Redención, mientras intenta reparar el daño causado.

Otros cambios vitales

También puede ocurrir que las circunstancias de un tipo duro le impidan continuar su particular cruzada justiciera tal como la conocía. Eventos que sean un mazazo demasiado fuerte a sus opciones o incluso a su convicciones. Pero ni siquiera entonces esas almas obstinadas cejarán en su empeño de cambiar las cosas (generalmente a mejor). Es cuando, en principio a su pesar, cambian su Ideal a otro que les permita seguir un camino paralelo al que ya tenían.

El policía veterano, tras décadas de ser El brazo fuerte de la ley, se encuentra jubilado y sin más cosa que hacer que observar el mundo. Cada día ve atracos, agresiones, abusos y la policía, su antaño tan adorado cuerpo, parece que nunca llega a tiempo. No puede quedarse de brazos cruzados, así que puede derivar en algo Más allá del deber o, si ha visto el lado más oscuro de otros polis, incluso decidir que Yo soy la justicia.

Como autor creo que los Ideales son el verdadero motor dramático de las aventuras de Tipos Duros y tienen un gran potencial narrativo. ¿Qué te parecen, a ti que me lees?

Recuerda que tienes más información y las reglas completas para todo esto en la última versión disponible de Tipos Duros, el juego de rol, en la página de Itch.io.

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