Relacionado directamente con el juego que me gustaría jugar (Shadowrun), creo que me atrae mucho la idea de llevar un personaje de un samurái callejero joven e idealista, que con el paso de las aventuras se pueda acabar convirtiendo en un cínico mercenario con la “mirada de los mil metros” o en un veterano samurái que pueda actuar como sensei para otros más jóvenes y que no pierdan el camino. La evolución, claro, dependerá de cómo se le den las cosas y las historias de las que participe.
Desafío 30d, día 22: Las mayores guarradas que he comido durante una sesión
Pues creo que no he comido cosas especialmente guarras durante las sesiones de juego, ya que sobre todo han sido las cosas típicas: patatas fritas,