Un dado azul de 30 caras con la del 30 bien visible en el centro. Dividido a un lado y otro, aparecen los rótulos "DESAFÍO 30 DÍAS" (o Desafío 30d), con letras de estilo medieval, color muy oscuro y un ligero efecto de biselado.

Desafío 30 días, día 16: La interpretación que me sale bordada

Tras hablar ayer de puros intereses editoriales, hoy vamos a por algo más personal: la interpretación que me sale bordada. Llegamos así al día 16 del Desafío rolero de 30 días y pasamos de la mitad. Olé por mí.

Pues hay dos interpretaciones que me suelen salir bastante bien en general: el tipo duro y el absoluto desquiciado.

La primera no tiene mucho misterio. Es entornar los ojos, poner voz profunda, hablar muy pausado y soltar cualquier frase como si fuera una amenaza de muerte. Una sentencia de muerte lenta y dolorosa. Tan fácil como imitar a Clint Eastwood, o a Charles Bronson cuando habla (que no suele ser de muchas palabras). Fácil y con fundamento. Todo un clásico cuando se lleva personajes jugadores guerreros, mercenarios, polis chungos e incluso profesores de instituto.

La del desquiciado es menos homogénea, porque no es lo mismo alguien con los nervios destrozados que el un brote psicótico de un delirio paranoide. Mirar con mucha intensidad, gesticular mucho, aparentar tics nerviosos y sobre todo hablar muy rápido y de manera atropellada. Se me da a veces tan bien que he llegado a hacer sentir mal al resto de jugadores y no es algo que consiga a menudo. Muy útil cuando se trata de interpretar a un Malkavian o a un testigo de ciertos eventos en La Llamada de Cthulhu.

Tras esta entrada de presumir de mis dotes interpretativas, la próxima será un ejercicio de prospectiva personal.

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