Ayer os conté cuál considero que era mi mayor éxito alrededor de los juegos de rol. Y hace unos días, mi pifia top dentro de ellos. En el día 9 (y sin fallar ninguno, oiga) del Desafío 30 días para roleros me toca entonar el mea culpa y contarte la que es mi mayor pifia con los juegos.
En realidad no es una cosa puntual y muy concreta. No he tenido bastante socialización friki ni he extendido tanto nuestra afición. Es sólo que me es muy fácil empezar mil cosas nuevas, pero me cuesta finalizar un proyecto una vez comenzado. Da igual si son más cortos o más largos, empiezo muy fuerte pero si no consigo terminarlos durante el impulso inicial voy perdiendo fuerzas y al final se queda a medias. Mis archivos de cosas a medio hacer y de ideas sin terminar de desarrollar son legendarios por su volumen.
Estoy intentando corregirlo, pero no prometo nada y puede que en el futuro siga igual, para qué vamos a engañarnos.
Como veis la entrada del día 9 ha sido muy cortita, pero prometo que la entrada de mañana será más extensa.
