La tecnología de nanorobots ha evolucionado muy rápido en la última década, consiguiendo grandes avances en fabricación de biomods y microensamblajes destinados a maquinaria de alta precisión.
Sin embargo una de los hitos que han resultado inalcanzables ha sido el muy anticipado Constructor Universal. Hasta ahora. Una empresa estadounidense especializada en robótica e inteligencia artificial, Novatics, ha conseguido crear un tipo de nanita capaz de autoreplicarse, buscar información desde la red y construir cualquier objeto desde el nivel molecular (incluso, se comenta, modificar los elementos a nivel atómico).
Novatics era una startup prácticamente desconocida, financiada por capital privado, de manera que hasta el anuncio de su Ensamblador Universal Autómata Autoreplicante (EUA2, o A2UA, por sus siglas en inglés) y la casi inmediatamente posterior explosión que destruyó sus instalaciones y mató a todos los trabajadores y ejecutivos, era una completa desconocida en el panorama internacional.
Aunque los círculos científicos tomaron el anuncio con escepticismo, los poderes económicos no han dudado en movilizar a investigadores y equipos para intentar hacerse con lo que se pueda rescatar de las ruinas de Novatics. Servicios secretos gubernamentales y privados (así que los PJs tienen muchas posibilidades de meterse en ello), tanto agentes de campo como hombres de ciencia son enviados a analizar los restos de la sede y los laboratorios, intentar localizar antiguos empleados, recuperar datos, etc.
Mientras la presión aumenta en los círculos de poder mientras los equipos de investigación recorren las diferentes pistas. Novatics no parecía tener colaboradores externos y sus miembros eran casi todos jóvenes promesas recién salidas de la universidad, en apariencia la explosión que lo destruyó todo se debió a un equipo en mal estado (tal vez manipulado), los repositorios de información en la nube contratados por Novatics están vacíos (los índices registran entradas y salidas, pero la información parece que jamás ha estado ahí) y sólo existe un ex miembro (y superviviente de la explosión) de la empresa.
El empleado, antiguo desarrollador experto en miniaturización y algoritmos de compresión así como primer jefe del proyecto del EUA2, si es que no lo encuentra nadie antes, o la revisión conjunta de los documentos que tenga junto a su rastro en la red, no deja más pista que la existencia de un único diario o libreta de anotaciones guardado en la cámara acorazada de un banco. Un diario que puede llevar información crítica sobre los primeros pasos del exitoso desarrollo de Novatics.
Recuperar un anticuado diario en papel se convierte en una prioridad para los poderes, aumentando la presión hasta límites de extrema violencia por parte de grupos rivales. Sin embargo, a pesar de conseguirlo el diario parece estar escrito en código y debe ser analizado cuidadosamente para obtener sus conocimientos. Sólo los análisis más exhaustivos o las mentes más brillantes pueden conseguir descifrar su mortal código, puesto que el propio diario es un arma.
El diario tiene un método de activación propio, ya sea una palabra o unas condiciones ambientales, y a pesar de su aspecto está formado esencialmente por nanorobots. Descifrar el código puede activarlos y hacer que cumplan con el objetivo de su creación: expandirse y replicarse de forma sistemática utilizando todo lo que encuentren a su alrededor como materia prima hasta agotar todos los recursos a su alcance.
El diario es un arma destinada a aniquilar a la competencia de Novatics (o de algún servicio secreto que la apoyara de forma oculta) y, ya fuera de forma accidental o premeditada la destrucción de la sede de la empresa acaba poniendo el diario en manos alguien que cree que le dará una ventaja estratégica y lo que puede conseguir es su propia desaparición.
Descubrir el peligro del diario o sobrevivir a su activación será el fin último de los personajes.