Esto te lo voy a contar de tú a tú.
Existen muchos juegos y ambientaciones en que los personajes jugadores, los verdaderos protagonistas, pueden ser buenos, menos buenos, malos o algo malos. Tipos Duros pretende ser de otra manera: en Tipos Duros los personajes son héroes, de los de verdad, y en términos generales siempre deberían ser buenos.
Eso es algo muy relativo porque, objetivamente, sacudirle a alguien es malo, pero si partiéndole la cara a alguien malvado salvas a una persona decente entonces puede que estés haciendo algo bueno. Los héroes muchas veces son así: personas que se meten en dilemas morales que podrían convertir en peleles inactivos a cualquier otro, gente que hace cosas con un buen objetivo que pocas personas podrían hacer sin perder el sueño, hombres y mujeres capaces de sacrificar lo que son con tal de conseguir un beneficio mayor para otros.
Si, por usar un método muy clásico, tuviéramos que decir que los protagonistas tienen un alineamiento sería “cabronazo bueno”. Porque, al contrario que otras personas, son capaces de mirar al mal a los ojos y seguir adelante, conocer sus armas y utilizarlas para eliminarlo, y combatir el fuego con el fuego.
Esto no quiere decir que no puedas jugar con Tipos Duros como a ti te venga en gana. Una vez que las reglas salen de mis manos y llegan a las tuyas ya no es mi juego sino el tuyo y tú puedes hacer con tu juego lo que te venga en gana. Pero a mí me gusta pensar que las partidas a las que dé lugar sean de esas que dejan el mundo mejor de lo que lo encuentran.