Relacionado directamente con el juego que me gustaría jugar (Shadowrun), creo que me atrae mucho la idea de llevar un personaje de un samurái callejero joven e idealista, que con el paso de las aventuras se pueda acabar convirtiendo en un cínico mercenario con la “mirada de los mil metros” o en un veterano samurái que pueda actuar como sensei para otros más jóvenes y que no pierdan el camino. La evolución, claro, dependerá de cómo se le den las cosas y las historias de las que participe.
Desafío 30d, día 16: La interpretación que me sale bordada
Dos son las interpretaciones que me salen bordadas: el tipo duro y el desquiciado. La primera no tiene misterio: basta con entornar los ojos, hablar