Relacionado directamente con el juego que me gustaría jugar (Shadowrun), creo que me atrae mucho la idea de llevar un personaje de un samurái callejero joven e idealista, que con el paso de las aventuras se pueda acabar convirtiendo en un cínico mercenario con la “mirada de los mil metros” o en un veterano samurái que pueda actuar como sensei para otros más jóvenes y que no pierdan el camino. La evolución, claro, dependerá de cómo se le den las cosas y las historias de las que participe.
Desafío 30d, día 12: El enemigo favorito al que me he enfrentado
¡Alejo Cuervo y Killer Dog! Sí, son dos, pero es que me parecen en concepto inseparable: Alejo es la mente pensante y Dog es el