Si el otro día hacía un pequeño repaso por los contenidos de la Crazy Christmas Box a nivel cualitativo y cuantitativo, hoy toca exponer los contenidos ante la aviesa mirada de la cámara y el pulso, digno de un estado avanzado de Parkinson, del autor del blog.
Algunos elementos no salen porque directamente no he sido capaz de obtener unas fotos que le hagan justicia, así que mejor no hacer que salgan mal por culpa mía.